Si estamos familiarizados con el uso del sistema de archivos NTFS, sabremos que podemos extraer grandes ventajas de las posibilidades que nos brinda, entre ellas la capacidad de montar unidades locales en carpetas NTFS.
El concepto puede ser algo lioso de entender, es por ello por lo que vamos a ir por partes y poco a poco.
Recordemos en primer lugar que cuando montamos una unidad local en una carpeta vacía NTFS, Windows asigna una ruta a la unidad en vez de una letra.
Gracias a esto, las unidades montadas no están sujetas al límite máximo de 26 unidades impuesto por las letras de unidad, (de forma que podemos hacer uso de las unidades montadas para acceder a más de 26 discos en nuestro sistema).
Windows XP se asegurará de que la ruta de la unidad retiene su asociación con la unidad, de forma que podemos añadir o reubicar dispositivos de almacenamiento sin que las rutas de unidades comiencen a fallar. Llegado a este punto, vamos a poner un ejemplo para que se entienda mejor:
Si tenemos un CD-ROM con la letra de unidad D: y un volumen formateado con el sistema de archivos NTFS en la letra C:, podemos montar la unidad de CD-ROM directamente desde ésta. Si lo deseamos, podremos incluso eliminar la letra de unidad D: y acceder al CD-ROM desde la unidad montada.
Las unidades montadas hacen que los datos sean más accesibles y nos ofrecen flexibilidad a la hora de administrar el almacenamiento de datos en nuestro entorno, ya que por ejemplo podemos hacer que la carpeta C:/ARCHIVOS DE PROGRAMA corresponda a una unidad montada sobre un disco de gran capacidad y así no deja sin espacio a la unidad C:, o trasladar la carpeta C:/DOCUMENTS AND SETTINGS a un volumen con cuotas de disco que protejan los datos de la unidad, con la ventaja de que podemos formatear una unidad montada con cualquier sistema de archivos soportado por Windows XP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario