viernes, 21 de febrero de 2014

Cómo reparar Windows 8.1 sin disco, desde una memoria USB

FUENTE: SOFTONIC

Si Windows 8 / 8.1 no te arranca, una memoria USB te puede salvar la vida. Ello es debido a que en muchos casos, al comprar un PC, los usuarios no reciben una unidad de recuperación en formato DVD. En el Truco Windows de esta semana te mostramos cómo crear una unidad USB de rescate en pocos minutos.
Windows 8 / 8.1 permite restablecer el sistema a sus valores de fábrica, pero antes de llegar a ese extremo, lo mejor es intentar restaurar el PC sin afectar a los archivos. Para ello se necesita crear una unidad de rescate y ejecutarla. Estos son los pasos a seguir:

Crea una unidad USB de recuperación

1. Ejecuta el Creador de medios de recuperación de Windows
Escribe "unidad recuperación" en el menú de búsqueda y haz clic en Crear una unidad de recuperación.
2. (Opcional) Selecciona la partición de recuperación
La mayoría de equipos actuales disponen de una partición de recuperación oculta pensada precisamente para crear unidades de recuperación a partir de ella. Si es tu caso, marca la casilla correspondiente en el menú.
3. Selecciona la unidad flash USB
Para crear la unidad USB de recuperación, ésta necesita disponer de al menos 512 MB. Ten en cuenta que todos los datos que contenga la memoria USB se sobreescribirán al crear la unidad de rescate.
Tras hacer clic en Siguiente, Windows crea automáticamente una unidad flash USB de recuperación del sistema.

Arranca y recupera Windows 8 / 8.1 desde la unidad USB creada

1. Inserta la unidad flash USB y reinicia el equipo
El equipo detectará la unidad de recuperación y se iniciará en el modo Avanzado. En caso de no ocurrir, deberás activar el arranque desde USB en el menú de la BIOS (normalmente se accede a él pulsando F2 / F12 durante el arranque de Windows).
Haz clic en Solucionar problemas.
3. Accede a Opciones avanzadas
4. Selecciona Reparacion automática
Entre las opciones avanzadas disponibles, selecciona Reparación automática. Al hacer clic sobre esta opción, se inicia un proceso que puede durar hasta media hora.
El software de recuperación rastrea automáticamente el sistema con el fin de identificar errores e intenta solucionarlos de forma automática. Estos son los errores más comunes:
  • Controladores de dispositivos incorrectos o dañados
  • Archivos del sistema dañados o inexistentes
  • Parámetros de arranque dañados o inexistentes
  • Problemas con el registro de Windows
  • Metadatos del disco duro dañados (Master Boot Record, la tabla de particiones o el sector de arranque)
  • Instalación defectuosa de alguna actualización de Windows
Una vez finalizado el proceso, tu equipo ya debería arrancar sin problemas.

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